La mujer pasó 30 horas atrapada entre los restos de su casa de la localidad de L'Aquila. Esta madrugada volvió el pánico cuando dos réplicas de intensidad 3,8 y 4,8 hicieron temblar a la ciudad. Ya ascienden a 179 los muertos por el terremoto.
Entre tanta muerte y dolor, una luz de esperanza se asomó hoy en la localidad italiana de L'Aquila cuando se conoció que una anciana de 98 años fue rescatada con vida de entre los escombros de su casa, devastada por el terremoto de ayer. La mujer pasó 30 horas atrapadas y se encontraba en buenas condiciones.
Entre tanta muerte y dolor, una luz de esperanza se asomó hoy en la localidad italiana de L'Aquila cuando se conoció que una anciana de 98 años fue rescatada con vida de entre los escombros de su casa, devastada por el terremoto de ayer. La mujer pasó 30 horas atrapadas y se encontraba en buenas condiciones.
También se supo que otra mujer, que estaba embarazada, fue rescatada y llevada a un hospital cercano. En tanto, esta madrugada hubo más temor y pánico entre la población a raíz de las dos réplicas. A las 23.57, y con una magnitud de 3,8 grados en la escala de Richter, la tierra ha vuelto a temblar en los alrededores de las ciudades de L'Aquila, Barreto y Scoppitto. Pasada la 1.15 de la madrugada, una nueva sacudida, esta vez de 4,8 grados, se ha sentido sobre la zona.
También se conoció hoy que el número de víctimas fatales por el terremoto de ayer, de 6,2 grados de intensidad, asciende a 179, hay 34 desparecidos, 1.500 heridos y 50.000 damnificados, según un nuevo balance difundido el martes por el centro de coordinación de los socorros de L'Aquila, la ciudad medieval donde tuvo su epicentro el temblor. Cuarenta muertos todavía no fueron identificados, según el centro citado por la prensa local. Dos cuerpos fueron retirados esta madrugada de los escombros de la aldea de Onna, llevando a 39 muertos el balance de víctimas mortales en esta localidad que tenía 250 habitantes, según los bomberos.
El número de personas que perdieron sus hogares a causa del terremoto que devastó la región de L'Aquila, en los Abruzos (centro de Italia), fue revisado a la baja, a 17.000, anunció hoy el centro de coordinación de los socorros instalado en la zona. Los damnificados, muchos de los cuales pasaron la noche en refugios improvisados en una decena de cuarteles, estadios y gimnasios, aunque la mayoría se alojó en casas de amigos y familiares.
Massimo Cialente, el alcalde de esta ciudad, había estimado en 50.000 el número total de personas que podían haber perdido sus viviendas debido al sismo. Una fuente gubernamental llegó incluso a mencionar la cifra de 70.000 damnificados. Más de cien personas sobrevivieron al temblor y fueron rescatadas de los escombros ayer, según un balance los bomberos. Ese fue el caso de Marta Valente, una estudiante de 24 años que fue rescatada con vida la madrugada del martes de un edificio del centro de L'Aquila, tras pasar 23 horas bajo los escombros.
L'Aquila, de 60.000 habitantes, capital medieval del siglo XIII de la provincia montañosa de Abruzo, a unos 110 km al noreste de Roma, quedó devastada, al igual que muchos pueblos de los alrededores, por el temblor que sacudió la región a las 3:30 locales del lunes (22:30 de Argentina). El presidente del consejo italiano, Silvio Berlusconi, que decretó el estado de emergencia, visitaba hoy a L'Aquila. Ayer prometió a los sobrevivientes que "nadie será abandonado" y dijo que se instalarán tiendas de campaña para albergar a unas 20.000 personas. En el casco histórico de L'Aquila ninguna calle se salvó del temblor y todas están cubiertas de piedras y de tejas. En esta zona repleta de monumentos barrocos, numerosas iglesias y un castillo del siglo XV resultaron dañados por el sismo.
Un hospital debió ser evacuado pues corría el riesgo de derrumbarse. El gobierno envió 1.700 agentes de refuerzo, entre éstos 1.500 bomberos. Berlusconi anunció igualmente que iba a desbloquear 30 millones de euros. Según una primera estimación del ministro italiano de Obras Públicas, Altero Matteoli, se necesitarán 1.300 millones de euros para reconstruir los edificios y viviendas que destruyó el temblor.