Los ministros de Medio Ambiente de los países del G8 y de economías emergentes, como México y Brasil, adoptaron este viernes en Sicilia (sur de Italia) la "Carta de Siracusa" en la que se promueve la batalla mundial para la defensa de la biodiversidad.
Los 17 ministros, que debatieron por tres días en la ciudad siciliana, reconocieron en el documento que la lucha por la defensa de la biodiversidad debe estar acompañada por aquella contra el calentamiento global.
"La biodiversidad y los ecosistemas son indispensables para regular el clima", sostiene el texto.
La "Carta" fue firmada por los ministros del G8 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Gran Bretaña e Italia), junto con los de Brasil, China, India, México, Sudáfrica, Australia, Corea del Sur, Egipto e Indonesia.
El texto fue suscrito igualmente por Dinamarca, país que alojará en Copenhague la cumbre del clima de las Naciones Unidas a finales del 2009 y por el ministro de la República Checa, país que preside este semestre la Unión Europea (UE).
Los firmantes advierten sobre los peligros que corren numerosas especies animales y vegetales y piden medidas urgentes.
"Todos los ministros están convencidos de que el tema debe ser sometido a los propios jefes de Estado o de gobierno para que intervengan con urgencia", declaró la ministra italiana de Medio Ambiente, Stefania Prestigiacomo.
La biodiversidad, considerada en el pasado como tema autónomo y que interesaba a los países con grandes recursos ecológicos, como México, Colombia y Brasil, ha sido reconocida por todos las naciones participantes como un bien clave, indispensable tanto para los países ricos como para los pobres.
El tema fue introducido en el debate por las dos grandes países latinoamericanos presentes en Sicilia.
El secretario mexicano de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira, ilustró la importancia del "acceso a los recursos genéticos", ya que numerosos países y multinacionales acceden a ellos sin ofrecer los beneficios adecuados a los países de origen para protegerlos.
El compromiso sobre la biodiversidad abre las puertas para se inicien las negociaciones sobre el pago de indemnizaciones por parte de los países ricos, como subrayó el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc.
La llamada "economía verde" y su desarrollo en todos los rincones del planeta es considerada fundamental no sólo para el medio ambiente, sino también para la creación de nuevos empleos y para desactivar la actual crisis económica mundial.
Los millones de dólares que serán invertidos para salir de la recesión deberán responder también a cinco exigencias: medios de transporte no contaminantes, eficacia energética, uso de energía renovable, preservación de ecosistemas y una agricultura duradera.
"Estamos en un momento de la Historia en que debemos definir si el futuro es negro o verde. Sólo invirtiendo en energía renovable saldremos de la crisis", advirtió Achim Steiner, director general del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Pese a las buenas intenciones demostradas en Sicilia, será la conferencia del clima de la ONU, programada para en diciembre en Copenhague, la que deberá definir asuntos espinosos: la reducción de gases invernadero y la financiación de la llamada "revolución verde".
Las esperanzas de activar un profundo cambio de modelo de desarollo, con tecnologías verdes, ha aumentado tras el cambio de política del nuevo gobierno estadounidense del presidente Barack Obama.
La presencia en Sicilia de la responsable estadounidense de la agencia para la protección del ambiente, Lisa Jackson, generó expectativas.
"Todo el mundo quiere saber cuáles son los objetivos que fijará Estados Unidos en materia de reducción del dióxido de carbono para festejar. Si los valores no disminuyen con respecto a los actuales temo que la cumbre de Copenhague será un fracaso", confesó a la AFP el ministro Minc.
Los 17 ministros, que debatieron por tres días en la ciudad siciliana, reconocieron en el documento que la lucha por la defensa de la biodiversidad debe estar acompañada por aquella contra el calentamiento global.
"La biodiversidad y los ecosistemas son indispensables para regular el clima", sostiene el texto.
La "Carta" fue firmada por los ministros del G8 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Japón, Francia, Canadá, Gran Bretaña e Italia), junto con los de Brasil, China, India, México, Sudáfrica, Australia, Corea del Sur, Egipto e Indonesia.
El texto fue suscrito igualmente por Dinamarca, país que alojará en Copenhague la cumbre del clima de las Naciones Unidas a finales del 2009 y por el ministro de la República Checa, país que preside este semestre la Unión Europea (UE).
Los firmantes advierten sobre los peligros que corren numerosas especies animales y vegetales y piden medidas urgentes.
"Todos los ministros están convencidos de que el tema debe ser sometido a los propios jefes de Estado o de gobierno para que intervengan con urgencia", declaró la ministra italiana de Medio Ambiente, Stefania Prestigiacomo.
La biodiversidad, considerada en el pasado como tema autónomo y que interesaba a los países con grandes recursos ecológicos, como México, Colombia y Brasil, ha sido reconocida por todos las naciones participantes como un bien clave, indispensable tanto para los países ricos como para los pobres.
El tema fue introducido en el debate por las dos grandes países latinoamericanos presentes en Sicilia.
El secretario mexicano de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira, ilustró la importancia del "acceso a los recursos genéticos", ya que numerosos países y multinacionales acceden a ellos sin ofrecer los beneficios adecuados a los países de origen para protegerlos.
El compromiso sobre la biodiversidad abre las puertas para se inicien las negociaciones sobre el pago de indemnizaciones por parte de los países ricos, como subrayó el ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc.
La llamada "economía verde" y su desarrollo en todos los rincones del planeta es considerada fundamental no sólo para el medio ambiente, sino también para la creación de nuevos empleos y para desactivar la actual crisis económica mundial.
Los millones de dólares que serán invertidos para salir de la recesión deberán responder también a cinco exigencias: medios de transporte no contaminantes, eficacia energética, uso de energía renovable, preservación de ecosistemas y una agricultura duradera.
"Estamos en un momento de la Historia en que debemos definir si el futuro es negro o verde. Sólo invirtiendo en energía renovable saldremos de la crisis", advirtió Achim Steiner, director general del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Pese a las buenas intenciones demostradas en Sicilia, será la conferencia del clima de la ONU, programada para en diciembre en Copenhague, la que deberá definir asuntos espinosos: la reducción de gases invernadero y la financiación de la llamada "revolución verde".
Las esperanzas de activar un profundo cambio de modelo de desarollo, con tecnologías verdes, ha aumentado tras el cambio de política del nuevo gobierno estadounidense del presidente Barack Obama.
La presencia en Sicilia de la responsable estadounidense de la agencia para la protección del ambiente, Lisa Jackson, generó expectativas.
"Todo el mundo quiere saber cuáles son los objetivos que fijará Estados Unidos en materia de reducción del dióxido de carbono para festejar. Si los valores no disminuyen con respecto a los actuales temo que la cumbre de Copenhague será un fracaso", confesó a la AFP el ministro Minc.