viernes, 10 de julio de 2009

El teatro griego de Siracusa está considerado una de las grandes maravillas del arte occidental



Por Ingrid González de Rodríguez
No en balde en una geografía como la que rodeó a los griegos se originó la filosofía. En el sentimiento del asombro que se suscita en los seres humanos ante aquello que motiva en ellos, preguntas, interrogaciones, admiración...Probablemente en un principio el hombre griego se asombraría ante las hazañas de los héroes homéricos y la actuación de sus dioses. Más adelante la naturaleza fue la motivación del asombro y la admiración. Sicilia es tierra de una impresionante naturaleza, de imponentes volcanes y montañas, de llanuras inmensas sembradas de olivos, naranjas, limones y uvas que conforman un gran jardín natural cuya vegetación debió impresionar a los corintios que guiados por Arturo fundaron un nuevo asentamiento que recibió el nombre de Siracusa.
Las escavaciones arqueológicas han revelado en esta región huellas de la presencia humana desde el siglo XIV a. C.; en el lugar donde sería fundada durante el siglo VIII a C. la Gran Ciudad de Siracusa.

El Teatro Griego

El Teatro de Siracusa está considerado como una de las grandes maravillas de la historia antigua, del arte griego. Visitar este lugar tan bello y emblemático en la historia de la cultura occidental, en compañía de nuetros queridos amigos Eva y Salvatore Luccenti, fue para Príamo y para mí y nuestros hijos una experiencia que no inolvidable que atesoramos en el corazón.
Año tras año se celebra en Siracusa, en los restos del antiguo teatro construido en el 524-456 a. C. un festival al que acuden dramaturgos, actores, y aficcionados al arte teatral procedentes de todas partes del mundo. En éste mismo recinto abierto al aire libre que recorrimos en una soleada mañana de verano presentó Esquilo, el primero de los trágicos griegos, su famosa tragedia “Las Etneas”, escrita para honrar el acto de fundación de la ciudad de Etnea llevado a cabo por Lerone el Etneo.

Sobre la fundación del teatro
El nombre del arquitecto del teatro, Demokopkos, nos ha llegado a través del escritor Sofrone, que vivió a finales del siglo V a. C.. Después de tres guerras púnicas y la destrucción del imperio de Cartago, los romanos se apoderaron de Sicilia, la isla pasó a ser provincia de Roma. En el dominio de Romano Sicilia desarrolló enormemente su agricultura y vivió en paz muchos siglos, hasta que pasó a la jurisdicción del Imperio Romano de Constantinopla. En esta época el teatro fue adaptado a presentaciones silicenses y acuáticas. En la actualidad las inmensas piedras que forman los muros de la edificación se conservan intactas, al igual que los asientos en piedra destinados al público. En Sicilia también se conservan importantes templos y estatuas erigidas allí, hoy día son muestra importante del arte clásico Grecolatino.