Los italianos celebraron el Día de los Caídos en el Holocausto este miércoles a través de una serie de eventos y actividades para conmemorar el 65º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
En un discurso en el parlamento, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi subrayó el "deber" de recordar los horrores del Holocausto que tiene la sociedad. "Todas las instituciones públicas, especialmente las que educan a nuestros hijos, tienen la obligación de recordar los crímenes de los nazis para que no vuelvan a ocurrir jamás", dijo.
Hablando ante estudiantes italianos, quienes visitan regularmente los museos sobre el Holocausto y los campos de concentración en actividades escolares patrocinadas por el estado, Berlusconi dijo que comprende "el impacto y la agitación" que provocan esas visitas. Añadió que "es nuestro trabajo, como gobernadores, convertir esas sensaciones en una fuerza positiva para construir una sociedad moderna y democrática donde podamos vivir juntos en paz.
"En esta ocasión, el primer ministro pidió un momento de profunda reflexión. "Tenemos que aprovechar esta oportunidad para observar nuestra sociedad globalizada, las situaciones de discriminación y déficit en la democracia actual, y detener su avance en el futuro".
Tras el discurso de Berlusconi ante los miembros del parlamento, diplomáticos y supervivientes del Holocausto, habló Elie Wiesel, premio Nobel de la Paz, que estuvo detenido en Auschwitz.
En el palacio presidencial, el jefe de Estado Giorgio Napolitano hizo entrega de más de 80 medallas de honor a una delegación de supervivientes del Holocausto y personas que ayudaron a judíos a escapar de la deportación y la muerte, subrayando que "el Holocausto fue una experiencia trágica que sigue cargada de significado para nosotros hoy en día".
A pesar del sentimiento general de solemnidad, unas pocas actividades de vandalismo nos recordaron que el antisemitismo aún no ha sido erradicado totalmente en Italia. En la noche del martes, una carretera de Roma fue cubierta con pintadas de esvásticas, cruces célticas y consignas contra los judíos.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, advirtió que sería un error desdeñar el alcance del antisemitismo en la sociedad italiana, refiriéndose a un estudio reciente que estima que más del 44 por ciento de los italianos tienen sentimientos ambivalentes hacia los judíos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, más de siete mil judíos italianos fueron deportados y asesinados en campos de concentración.