A espaldas de Termini Imerese, en el interior siciliano donde podemos disfrutar de espacios magníficos campos de olivos, acompañados de un cielo en el que se recorta el bellísimo castillo de Caccamo.
El lugar donde se erige fue habitado desde la antigüedad por su importancia estratégica de control del territorio.
Los Árabes lo conocían ya pero su nombre podría ser de procedencia persa derivación griega o cartaginesa
La fecha exacta en la cual aparece por primera vez en un documento es el 1093, bajo el conde normando Ruggero I d’Altavilla.
Caccano fue durante muchos siglos un feudo gobernado por familias nobiliarias entre las cuales destacan los Chiaramonte, los de Prades, los Cabrera (1420-1480), los Henríquez hasta el 1646, los Galti y los Amato, terminando con los De Spuches.
De visita obligada en Caccamo es la Catedral de San Giorgio (1090) y la Iglesia de la Anunciación, la iglesia de S. Benedetto (1615) y S. Maria de los Ángeles (1487)
Pero Caccamo se identifica con su magnífico castillo normando, que fue seguramente edificado sobre otro edificio preexistente árabe o bizantino. Aquí vivieron los señores de Caccamo durante 8 siglos aportando cada uno sustanciales modificaciones a la estructura.
Una visita a este burgo es imprescindible además para gozar el espléndido panorama sobre el valle y la costa.