Italia celebra por todo lo alto el IV centenario de la muerte de Michelangelo Merisi (1571-1610), conocido como Caravaggio. Un Comité Nacional se ha encargado de realizar un amplio programa que contempla grandes exposiciones, convenios y reediciones de libros.
La antiguas caballerizas del Palacio del Quirinale de Roma acogen la exposición Caravaggio, una muestra histórica que reúne prácticamente la mitad de la producción autógrafa del pintor italiano dispersa en museos de todo el mundo. Durante su vida, Caravaggio no pintó muchos cuadros, alrededor de cincuenta, pero en los últimos cien años numerosos expertos e historiadores del arte le han atribuido nuevas obras. A veces, las atribuciones se han basado en documentos de archivo o en testimonios publicados en libros antiguos. Otras veces, las atribuciones se han hecho en base al análisis del estilo, provocando innumerables debates.
Obras maestras
La exposición romana se compone de 24 magníficas obras muy conocidas, como Baco de los Uffizi, Los músicos, del Metropolitan Museum of Art; las dos versiones de la Cena en Emaús, de la National Gallery de Londres y de la Pinacoteca de Brera, o Cupido, Amor vencedor, de la Gemaldegalerie de Berlín.
Roma es, sin duda, la ciudad ideal para acoger una exposición antológica de Caravaggio, ya que también permite al público admirar las diversas obras del maestro que se encuentran en diversas iglesias de la capital italiana (las de San Luis de los Franceses, Santa María del Popolo y San Agustín). Una ocasión única para admirar en la misma ciudad prácticamente el noventa por ciento de la producción reconocida de uno de los pintores más revolucionarios de la historia del arte. De hecho, ya se han vendido, vía Internet, 50.000 entradas para la exposición.