jueves, 27 de agosto de 2009

Que hacer con las pilas y baterías agotadas?


En los últimos tiempos la preocupación sobre los residuos de pilas y baterías agotadas ha ido en aumento, es por eso que queremos aclarar algunos puntos y sobre todo dar a conocer cual es la situación en Argentina.

Para comenzar podemos decir que las pilas y baterías se clasifican en:
Primarias: no recargables
Secundarias: recargables
Esta clasificación se hace porque las pilas y baterías poseen distintos grados de toxicidad de acuerdo con los metales que las conforman y el porcentaje de los mismos en su composición. En la mayoría de los casos, los componentes que integran estos dispositivos son ácidos, álcalis, sales irritantes y metales, destacándose el mercurio, el cadmio y el plomo, como las principales sustancias tóxicas para la salud humana y el ambiente.
La experiencia internacional ha distinguido claramente que estos residuos no pueden ser gestionados como domiciliarios sin peligrosidad, pero que tampoco pueden asimilarse a residuos peligrosos, por lo cual se han ideado en diversos países un sistema de recolección y entrega de pilas y baterías agotadas sin mayores recaudos que la diligencia que debe tomar la persona de llevar el residuo hasta los puntos de recolección.

Revolviendo el pasado.
La industria de pilas y baterías tomó conciencia de la necesidad de reducir el nivel de toxicidad de sus productos y basándose en los avances tecnológicos disponibles en el mercado, ha impulsado la disminución de las principales sustancias contaminantes, específicamente de las pilas primarias, minimizando así el contenido de mercurio, cadmio y plomo de las mismas.
Por otro lado en Argentina, desde el año 2006, se prohíbe en todo el territorio de la Nación la fabricación, ensamblado e importación de pilas y baterías primarias, con forma cilíndrica o de prisma, comunes de carbón zinc y alcalinas de manganeso, cuyo contenido de mercurio, cadmio y plomo supere el 0.0005 %; 0.015 % y 0.200 % en peso respectivamente; para las pilas y baterías cuyo diámetro sea superior a su altura, comúnmente conocidas como "moneda" o "botón", el contenido en peso de mercurio de las mismas deberá ser menor o igual al 2%.
Las pilas y baterías recargables, son el resultado de la búsqueda de dispositivos más eficientes, menos contaminantes y a su vez menos dañinos para el medio ambiente pero si estos residuos no son correctamente gestionados pueden ser mucho más contaminantes que las no recargables. Esto es similar a lo que sucede con las lámparas de bajo consumo, porque si bien consumen menos energía, sus componentes requieren una adecuada gestión integral a la hora de desecharlas.

Resumiendo
De acuerdo a lo expuesto en los párrafos anteriores, y considerando la nueva tecnología empleada en la fabricación de pilas y baterías primarias es posible afirmar que, si bien todo residuo impacta en el ambiente, aquellos provenientes de pilas y baterías primarias, no requieren separación de los residuos sólidos urbanos; es decir que dichas pilas y baterías deben ser desechadas junto con la basura domiciliaría común.
En cambio las pilas que se denominan secundarias - es decir recargables- debe ser tratadas con planes y programas específicos de recolección que aseguren su tratamiento y eviten su disposición final en rellenos sanitarios, es decir que NO deben ser desechadas con la basura domiciliaría común.
Llegado a este punto, es el momento de destacar que las pilas y baterías no-recargables deben ser “tiradas” con la basura común, y que el verdadero problema es la acumulación de pilas y baterías en el hogar ya que estamos concentrando los riesgos, son corrosivas y pueden generar incendios.
No se debe quemar pilas y/o baterías, pueden explotar o bien liberar gran cantidad de contaminantes al aire.
Las pilas y baterías siempre deben ser correctamente dispuestas junto con la basura domiciliaria y nunca deben ser desechadas en la vía pública ya que pueden ser arrastradas hacia las alcantarillas y una pila en contacto con el agua puede contaminar miles de litros. Lo mismo ocurre si son desechadas en la cloaca o en cualquier otro lugar que pueda estar en contacto con el agua.
Tampoco parece muy conveniente la producción de objetos decorativos para el hogar, que utilicen pilas y/o baterías como parte del material.
Actualmente los Centros de Gestión y Participación Comunal de la Ciudad de Buenos Aires cuentan, desde noviembre de 2008, con contendores especiales para disponer pilas y baterías recargables agotadas.
Para finalizar
Se entiende que es conveniente que los fabricantes, importadores, distribuidores e intermediarios se ocupen de las pilas y baterías recargables agotadas, mientras que las pilas primarias (no recargables) deben ser desechadas con los residuos domésticos.
Las pilas y baterías recargables deben ser recibidas por un Operador/ Exportador de residuos peligrosos certificado por la Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable para luego ser enviadas a un relleno de seguridad (son rellenos especiales cuya característica principal es un buen aislamiento) o para que sean debidamente exportadas a países con la tecnología para su reciclado.
La gestión integral de las pilas y baterías incluye las actividades destinadas recolectar, transportar, valorizar, tratar y disponer los residuos de éstas, respetando la protección del ambiente y la salud humana.
Por: Jorge D. Santkovsky - Emilio Cernadas