Se llama Marsili, tiene 70 km de largo por 30 de ancho, se eleva cerca de 3.000 metros desde el fondo (hasta sólo 450 metros de la superficie) y, según el vulcanólogo Enzo Boschi, presidente del Instituto italiano de Geofísica y Vulcanología, podría desintegrarse "en cualquier momento" provocando un tsunami que arrasaría una buena parte del sur de Italia.
Durante el pasado mes de febrero, el buque oceanográfico Urania, del Centro Nacional de Investigación italiano (CNR), ha llevado a cabo una serie de estudios sobre el terreno que han despertado la preocupación de los científicos. En concreto, los instrumentos han detectado una serie de derrumbes en las laderas del volcán que hacen temer seriamente por su integridad estructural.
"Si sus paredes ceden -ha asegurado Boschi al "Corriere della sera"- se desplazarían millones de metros cúbicos de material que levantarían, a su vez, una ola de gran potencia". Y lo peor es que las paredes del Marsili, extremadamente frágiles, podrían ceder en cualquier momento.
«Todo nos dice que el volcán está activo y que podría entrar en erupción en cualquier momento»
«Mañana mismo»
"Podría suceder mañana mismo", afirma Boschi, que insiste en el hecho de que "nuestras últimas investigaciones muestran que la estructura del volcán no es sólida, sus paredes son frágiles" y su cámara de magma ha crecido hasta alcanzar unas dimesiones de 4 por 2 km. "Todo nos dice que el volcán está activo y que podría entrar en erupción en cualquier momento". Es como tener una gigantesca olla hirviendo y cerrada herméticamente, una auténtica bomba de relojería.
Si la erupción llega a producirse generaría, según el científico, "un fuerte tsunami que golpearía las costas de las regiones de Campania, Calabria y Sicilia". Boschi añade, sin embargo, que "a pesar de que los datos que hemos recogido son precisos, resulta imposible realizar predicciones concretas" sobre el momento exacto en que se producirá el colapso del Marsili. "El riesgo -añade- es muy real, aunque difícil de evaluar".