domingo, 16 de mayo de 2010

Italia se suma a la cura de austeridad de los países del Mediterráneo

El ministro de Finanzas italiano, Giulio Tremonti.

MILÁN, Italia — La cura de austeridad se extiende en una Europa acosada por la crisis griega y ahora le llega el turno a Italia de recortar su gasto público, siguiendo los pasos de España y Portugal.
"No hay opción, los déficits son insostenibles en todos los países. El mercado ha conocido momentos de ataques especulativos excesivos" contra los países más frágiles de la Eurozona, "pero no hace más que revelar una situación objetiva", subraya Franco Bruni, profesor de política monetaria de la Universidad Bocconi de Milán.
Sin embargo, el agujero del déficit público italiano se ha limitado al 5,3% del PIB (Producto Interior Bruto) en 2009, contra el 9,4% en Portugal y el 11,2% en España, gracias a la firmeza del ministro de Economía, Giulio Tremonti, durante la crisis.
Pero para dar pruebas de su compromiso a los mercados y la Comisión Europea, Italia va a ajustarse un poco más el cinturón, para mantener su objetivo de reducción del déficit a pesar de proyecciones de crecimiento menos optimistas y un agravamiento de la situación de su deuda pública (115,8% del PIB en 2009).
La corrección presupuestaria que debe ser aprobada en junio para llevar el déficit a 2,7% en 2012 representará un ahorro de 25.000 millones de dólares (1,6% del PIB). Hasta el momento se preveía un ajuste de 20.000 millones (1,2% del PIB).
Según la prensa, el Gobierno planea un paquete de medidas que incluyen un congelamiento de un año de los salarios de los funcionarios, la continuación de la reducción de los presupuestos de los ministerios y un reforzamiento de la lucha contra la evasión fiscal.
Un alza de los impuestos en el plano nacional parece descartada, pero con el objetivo de mostrarse firme el Gobierno se negó el jueves a aumentar los déficits del presupuesto de salud de cuatro regiones, exigiéndoles en cambio elevar los tributos locales.
Según Marco Valli, jefe economista del banco UniCredit, fueron las medidas "draconianas" adoptadas por Portugal y España las que "aumentaron la presión sobre Italia" para que reduzca un poco más el gasto público.
En efecto, España y Portugal anunciaron duros planes de ajuste bajo la presión de los mercados, que temen una versión ibérica de la tragedia griega, y de ciertos países europeos, como Alemania, que reclaman más esfuerzos.
El miércoles, el presidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero presentó un plan que incluye un recorte de los sueldos de los funcionarios, la congelación de las pensiones y la supresión del llamado 'cheque bebé', provocando la ira de los sindicatos, que convocaron a una huelga de funcionarios el 2 de junio.
El jueves, fue el turno del primer ministro portugués José Sócrates, quien anunció un alza de un punto en el IVA, la reducción de los salarios de los titulares de puestos políticos y funcionarios públicos y un recorte de los gastos del Estado.