Sicilia: un lugar inolvidable
En 2007 tuve la oportunidad de viajar a Italia, al pueblo donde se había criado mi papá y mis abuelos, Randazzo, en la isla de Sicilia. Era la primera vez que recorría la tierra de mis ancestros y fue una experiencia inolvidable que compartí con mi marido y un matrimonio de amigos.
En 2007 tuve la oportunidad de viajar a Italia, al pueblo donde se había criado mi papá y mis abuelos, Randazzo, en la isla de Sicilia. Era la primera vez que recorría la tierra de mis ancestros y fue una experiencia inolvidable que compartí con mi marido y un matrimonio de amigos.
En aquel viaje llegamos primero por Nápoles y luego nos embarcamos a la isla. En el trayecto el mar me terminó de fascinar completamente. El agua, verde y transparente, era realmente cautivadora. Fue un viaje vertiginoso y nos tocó una primavera calurosa, muy agradable.
En Randazzo estuve con mis parientes y disfruté de la hospitalidad típicamente italiana y totalmente familiera. Ellos me llevaron a recorrer los lugares donde se había educado mi papá como la iglesia de Santa María o el colegio primario donde estudió. En todos estos lugares me dio mucha emoción. Fue muy fuerte para mí.
No me tengo que olvidar de otros lugares maravillosos como la ciudad griega de Agrigento, una de las estancias antiguas mejor conservadas de la isla, donde se veía todo brotado de flores.
Otro sitio encantador es Palermo, una ciudad realmente atrapante. De hecho, la famosa catedral de Monreal y sus mosaicos recubiertos de oro formando figuras, inspiró mi colección de diseño de ropa 2008.
El hecho de viajar a Italia me marcó profundamente. Más cuando uno vive con parientes con el modelo de familia igual que la que se comparte allá. Era como encontrarme en mi casa.
Viendo el paisaje desde el Etna comprendí muchas cosas de los inmigrantes. El por qué eligieron Mendoza para radicarse. Es que el paisaje y el clima se parecen mucho. En los cruces por ciudades y pueblos me reconocí a mí misma, reconocí mis raíces y también encontré a Mendoza en algunos detalles.
Con respecto a lo que yo hago, observé que los italianos se visten con mucha vanguardia, sobre todo en Capri, una auténtica pasarela. Muy elegantes en general. Aunque no todo es Valentino, Armani, Versace. Hay diferentes opciones pret a porter accesibles para la clase media con diseños interesantes. Un ejemplo, una camisa elegante y de diseño para clase media sale 20 euros. Lo de marca, arranca en los 120.
Todavía me acuerdo del ristretto di Ragusa. Fue inolvidable. Por otro lado, el sabor de la comida me reflejaba inmediatamente. Por ejemplo, en Nápoles probé pizza con brócoli de nabo que no son comunes en Argentina y que en mi caso estaba acostumbrada desde niña a probarla.
Por María Espina - Diseñadora de moda.