Se encuentran los países del G7 ante un nuevo peligro: el grupo llamado BRIC, por las siglas de Brasil, Rusia, India y China, que no están obligadas a acatar los dictámenes de Kioto sobre sus emisiones, y que por otro lado, resultan favorecidas por la insólita y corrupta actividad de los mercados de bonos de carbono, permisos de emisión, y otros mecanismo por el cual reciben dinero sin hacer nada por el ambiente. Una verdadera estafa, de la que Al Gore es un activo participante con su compañía Generation Investment Management en Londres, y su otra compañía en Boston. Asociado con el siniestro Maurice Strong, el ex secretario de la Cumbre de Río 92 y acérrimo ecologista. Los puntos de la imagen comienzan a cerrarse y forman una imagen muy reveladora.
El BRIC es un grupo que tiene amplias fuentes de recursos naturales, minerales, yacimientos de carbón, de petróleo y gas natural, con los que pueden impulsar su desarrollo y crecimiento. El BRIC tiene una serie de países satélites o pseudo socios que también disponen de esos recursos, pero que no son un mercado interesante para el BRIC. Los principales mercados son, por ahora, Estados Unidos, Canadá, y la Unión Europea. Pero de imponerse las restricciones de Kioto, esas naciones entrarán en una recesión económica que hará inviable su condición de adquirentes de recursos, petróleo, gas y energía del nuevo grupo que rodea al BRIC. En consecuencia, el BRIC se convertirá en un grupo cerrado que usará sus propios recursos, y algunos de ellos los destinará a la compra de tecnologías de punta –que todavía quedan pero que no serán más disponibles en caso de la recesión de los países del G7 y de América del Norte por falta de capitales para Investigación y Desarrollo.
El futuro del mundo no se muestra fácil de analizar debido a las innumerables variables y factores que intervienen. Hasta es posible que los miembros del BRIC se conviertan en los nuevos investigadores y desarrolladores de nuevas tecnologías de punta. Recursos no le faltará, y atraerán a cientos de miles de investigadores y técnicos que habrán engrosado la lista de los desocupados en Occidente.
Gracias, Kioto, por la oportunidad que se nos presenta.
*Extracto del Artículo "Primeras Consecuencias de aplicar Kioto".
Por: Eduardo Ferreyra Presidente de FAEC
Fuente: Mitos y Fraude